Vila-real segons l'historiador Elías Tormo (segle XX)

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Elías Tormo Monzó (1869-1957) va ser un destacat erudit i polític valencià natural d’Albaida. Desprès d’estudiar dret a la Universitat de València i Filosofia i Lletres a la de Madrid se va doctorar d’ambdues matèries. Als 28 anys va obtenir la càtedra de Dret Natural de la Universitat de Santiago de Compostela, i al 1902 al crear-se les càtedres d’Història de l’Art sota la denominació de “Teoria de la Literatura y de las Artes”, aconseguí també la càtedra de dita especialitat a Salamanca.

Molt jove encara, es va afiliar al Partit Conservador, sent elegit repetidament com a diputat en Corts i com a membre del Senat, del que arribarà a ser vicepresident al 1909. Amb el govern del general Berenguer, el 1930, ocuparà el càrrec de Ministre d’Instrucció Pública i Belles Arts. Gran viatger i investigador, Tormo és considerat com el fundador a Espanya de la Historia de l’Art com a nova ciència humanística.

Al 1923 va col•laborar amb l’Editorial Calpe en el projecte de publicació d’una sèrie de guies regionals que presentaren al lector les característiques geogràfiques, històriques i artístiques dels diferents territoris. Elías Tormo va redactar la corresponent a Múrcia i el País Valencià, donant-li un títol “Levante” que a la fi va resultar un tant polèmic, completant-la amb 55 itineraris, entre els que apareix la descripció de Vila-real a la que corresponen aquests fragments:


Villarreal (de la Plana), ciudad (desde 1804) importante y rica, de 18.500 habitantes.

La población queda rodeada en la fértil planicie de huertas y de extensos naranjales de regadío, en el secano se da el viñedo y el algarrobo. La obra de alumbramiento de agua y de su aprovechamiento para el regadío es en Villarreal digna de nota. La iniciativa particular ha empleado, en término de unos doce años, más de 14 millones de pesetas para alumbrar a guas, a la profundidad de 45 metros, con que poder regar 32.000 hanegadas de tierras.

Villarreal, la más importante de la provincia, después de Castellón, es una bonita ciudad, con calles adoquinadas y algún comercio. La población ofrece carácter moderno, con la excepción de los arcos ojivales de sus plazas y de algunas iglesias.

Entrando por la estación, se cruza primero por la Alameda, arbolada, al extremo de la cual, a la derecha, está la vieja iglesia de la Sangre, parroquia, obra gótica sencilla, con un cuadro de la virgen y las almas, moderno, de Carbó. La Alameda marca con exactitud un lado mayor del rectángulo del plano primitivo y sistemático de Villarreal (el otro lado mayor cortaría por medio la actual iglesia arciprestal). La plaza, en el centro de la cruz, cuyo brazo menor seguimos desde la Alameda hasta dicha plaza y torre de la Arciprestal.

La Plaza mayor, rectangular con soportales, tiene a la izquierda el Ayuntamiento, edificado en 1791-97. Cruza, en sentido mayor del eje de la plaza, la calle, eje mayor también de la primitiva Villarreal, calle Mayor Santo domingo al Sur y su prolongación fuera del cerco primitivo, calle del Carmen) y calle Mayor de San Jaime al norte (y su prolongación, calle de San Pascual).

Siguiendo a la izquierda las de Santo Domingo y Carmen, después de cruzar el barranco del hospital, a la izquierda está el Hospital, construcción moderna del arquitecto F. Tomás Traver (1897). En su iglesia, dos tablas de Santa Lucía y Santa Águeda, por 149…, acaso del maestro del retablo, Perea, y en el mayor un bello crucifijo, imagen del siglo XVI o XVII (creído como del rey Don Jaime).

Siguiendo a la derecha… se llega a San Pascual, veneradísimo santuario del santo patrón y frailecillo de la Eucaristía, hoy convento de monjas (las “claras” de Castellón), antes de Alcantarinos y titulado del Rosario… En el interior izquierda curiosa capilla de San Pedro de Alcántara, con imagen de Ignacio Vergara (mejor que el San Pedro de Alcántara del Vaticano, que es de Francisco Vergara, primo y rival de Ignacio), las pinturas de la cúpula y de los altares son de José Vergara. La última capilla a la izquierda de San Pascual es acaso el primer monumento del barroco valenciano en orden de tiempo y mérito, construida en 1676-80, diciéndose el actual sepulcro de 1674, y colocado en él el santo, finalizada toda la tarea en 1691. Es conjunto de gran belleza y policromía feliz, que se acrecienta en las piezas de sacristía, escalerilla y camarín. Las pinturas de la capilla son de Mosén Domingo Saura.

Al Norte de Villarreal, a 2 km. (pasando por cerca del calvario y viejo cementerio a derecha, y después el nuevo) a izquierda está la ermita de la Virgen de Gracia, patrona de Villarreal, de tabla del siglo XIV (?), en retablo de los Ochando.

Iglesia Arciprestal, el mayor templo de la provincia… totalmente decorado, tirando a clásico y con lujo, en tiempos recientes, el bello interior, conservándose en lo alto algo de la primitiva decoración rococó. Solo tiene terminada una portada lateral, curiosa, en sencillo barroco. La torre se labró en 1682-1744 por el arquitecto Agustín Mayquez, de Valencia. Al pie de la nave izquierda un importante retablo de la escuela de Sancto Leocadio. De José Vergara son las pinturas de las pechinas de la cúpula (asuntos de la leyenda de Santiago, el titular) y del mismo los asuntos eucarísticos en la capilla de la Comunión. En la sacristía hay seis tablas interesantísimas, de Pablo de Sancto Leocadio, del antiguo retablo mayor, y escenas de la vida y leyenda de Santiago, la obra de más empeño del autor y menos “prerrafaelista”. Además, una tabla de San Vicente Ferrer.