Vila-real, segons el Botànic Cavanilles (segle XVIII)
Sacerdot de professió, va fer contribucions a l'estudi de la natura del Regne de València i de tota la Península Ibèrica. Les seues obres són encara una font fonamental de la història, toponímia, geografia i la flora i fauna del País Valencià. Va ser autor de "Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia (1795-1797)", que es coneixen popularment amb el nom de "Observaciones de Cavanilles" Científicament, va seguir la classificació de Linnaeus per tal de fer un inventari de la flora peninsular i dirigí el Jardí Botànic de Madrid.
De Vila-real diu així:
14.-Villa-real padeció infinito en las guerras de Sucesion, pues fué incendiada, y en parte destruida, de modo que en 1713 apenas llegaban á 300 sus vecinos; pero lo ameno y fértil del pais, la abundancia de aguas y la aplicación de los naturales han producido tal aumento, que hoy dia forman el número de 1.500, no obstante las grandes pérdidas que causó el cultivo del arroz. Parece regular que los de Almenara, Burriana, Puig y otros deseasen aprovechar sitios pantanosos, mayormente no 'conociendo bien los crueles efectos de los arrozales; pero que los de Villa-real destinasen á ellos un terreno firme y fértil, que convirtiesen en lagunas el suelo seco, porque tenian copiosos riegos; prueba que prefiriéron el interes á la salud.
Muy presto conociéron el yerro al ver la muerte en sus casas ó en las de los vecinos, y el pueblo lleno de enfermos y cadáveres. Proscribiéron luego el cultivo del arroz, y recobrada la salud se alentáron con nuevo espíritu para cultivar enteramente su término, el qual tiene hora y media de diámetro entre los de Nules y Almazóra, y los de Burriana y Onda; y es tanto mas precioso quanto por no llegar hasta el mar está libre de arenas y pantanos. Causa admiración y gusto la abundancia de frutos y las riquezas de Villa-real, como también la infatigable aplicacion de sus naturales, ocupándose como un ciento de ellos en texidos (de cáñamo, filoseda y cintas; los restantes son todos labradores, que emplean sus brazos ó su dinero en cultivar los campos.
El estiércol es una materia muy necesaria en estos lugares por la multitud de huertas, y por la calidad fuerte de las aguas, que léjos de deponer sobre los campos el légamo que otros rios suelen conducir, se cargan de lo que roban al derramarse con los riegos. Para acopiar pues la mayor cantidad posible de estiercol se emplean hasta los niños de muy tierna edad, corriendo por sendas y caminos. Las aguas para el riego se toman por la derecha del rio, y corren por varios canales, divididos despues en otros muchos. Los de Burriana tienen ademas las sobrantes de Villa-real; pero no contentos con eso, no falta quien de noche abra los boquetes para robarlas aquellos dias en que deben por obligación dexar correr las suyas hacia Nules.
A pesar de la policía establecida en estas tierras sobre el riego, cada dia se renuevan robos de agua, porque muchas veces hasta un riego oportuno para asegurar la cosecha. Aunque el caserío de Villa-real y sus edificios públicos, principalmente la magnífica Iglesia, atestiguan la riqueza del pueblo, en nada se manifiesta mejor que en la multitud de frutos: son estos 120 libras de seda, 2700 cahices de trigo, 1800 de maiz, 880 de cebada, 1300 de judías, 180 de habas, 4000 docenas de melones, 6000 arrobas de pimientos, 2000 de hortalizas, 5000 de todo género de frutas, de las quales gran parte son naranjas chinas y agrio, 700 de algarrobas, 30 de higos, 40 de cáñamo, 200 de aceyte unos años con otros, siendo aquí muy contingente esta cosecha, y 600 cántaros de vino. Tal vez en esta suma entrarán parte de los frutos que cogen en Burriana.
D. Francisco Insa, que era Alcalde mayor de Villa-real en 1793, me aseguró que la cosecha de pimientos en 1792 se calculó en 8000 arrobas; pero que en 1793 y 1794 apénas llegó á 5000.
Libro Segundo. Centro del Reyno, pp. 108-109. de l’obra: "Observaciones sobre la Historia Natural, Geografia, Agricultura, Población y Frutos". Madrid, 1795, 2 vol.